Entre sus características destacan:
- La arbitraria alteración de la correspondencia entre las partes y el conjunto del edificio, con lo que rompe la lógica de las relaciones espaciales y se provoca la desintegración de la estructura renacentista.
- La preferencia por los espacios longitudinales y salas estrechas que favorecen la perspectiva.
- La pérdida o debilitación de las coordenadas axiales, las que ordenan el edificio según un eje de
simetría.